sábado, mayo 02, 2009

Juventud, nuestro presente en manos del mañana.

El día de hoy publicaré, no como un individuo más de este sobreexplotado mundo, sino que lo haré desde el punto de vista religioso, apegandome a mis creencias.

Juventud, la juventud vista desde un punto de vista secular, es un periodo elemental del desarrollo humano, ya que es cuando se da el cambio de niño a hombre, pero, la sociedad, el mundo los ha catalogado como los difíciles años de la adolescencia. Sin embargo el profeta Thomas S. Monson, en su discurso “El Faro Del Señor”, enuncia lo siguiente respecto a estos difíciles años:
…”Pronto entramos en ese período que algunos han llamado “los terribles años de la adolescencia”, aunque yo prefiero llamarlos “los fantásticos años de la adolescencia”. Qué época de grandes oportunidades, qué temporada de crecimiento, qué curso de desarrollo, caracterizado por la adquisición de conocimiento y la búsqueda de la verdad”…
Al parecer el enemigo, en estos últimos años, ha considerado más en serio a la juventud, ya que ha desatado una inmensa y terrible ola de tentaciones, medios de comunicación como la televisión, el internet y la radio, se ven claramente bombardeados por la iniquidad, ejemplos, la música, como el reggaetón, hip hop, rap, con letras vulgares y soeces, en el internet, con la pornografía, un mal capaz de destruir cualquier vida, y en la televisión, con programas que realmente ofenden el intelecto del espectador, imponiendo modas absurdas y vendiendo hábitos más que desagradables.
Cualquiera de estos males pervierte y desvía a la juventud, estas “infecciones” se esparcen, mucho más rápido que cualquier enfermedad, y son mucho más peligrosas que cualquier veneno o virus mortal, estas no respetan género, raza o edad, ya que no sólo destruyen al adolescente, sino que también se encargan de dañar y herir a su núcleo familiar.
Pero qué hacer ante esta imperante necesidad de buscar un sendero correcto, pues bien, yo les digo lo siguiente, hay tres factores base que realmente deciden el futuro de cualquiera de nosotros, y me atrevo a decir, que si los seguimos de la manera correcta, obtendremos un futuro muy prominente, y muy probablemente el más grande galardón que nos otorga nuestro padre celestial, la vida eterna:
1.-Vivamos con fe. La fe es el arma más poderosa con la que contamos contra el adversario, ¿pero como mantenemos fuerte a nuestra fe?, por medio de la oración personal, leyendo a diario las escrituras, asistiendo a seminario, siguiendo los mandamientos y consejos que nos otorgan nuestros líderes y acudiendo a la capilla.
Esto no sólo nos permitirá tener una fe fuerte y resistente ante cualquier prueba, y será mucho más fuerte que cualquier ancla para mantenernos aferrados a nuestros ideales y principios evitando que caigamos en confusión, siendo presas del pecado y la tentación, me viene una cita a la mente que recuerdo haber escuchado hace no mucho tiempo:
…”Un árbol en medio del bosque al verse destrozado enuncio lo siguiente: Cortaron mis hojas, talaron mis ramas, pero nunca nadie me podrá arrancar de mis raíces”…
Podemos ser atacados, ofendidos, y hasta cierto punto discriminados por nuestras creencias, por nuestros hábitos, pero nunca permitamos que nadie nos confunda y nos arrebate la verdad que nosotros tenemos en nuestras manos.
2.- Planeen su vida a futuro. Se ha demostrado que aquellos jóvenes que tienen una idea, o una perspectiva de lo que quieren ser en su vida, que se ponen metas y objetivos, son aquellos que triunfan, y destacan en su rubro laboral, al contrario de los que solo viven el momento, que se enfocan en su presente y nunca se ponen expectativas para su futuro, se ven envueltos en situaciones no muy gratas, además de que algunos, se pierden en la iniquidad y llegan a fracasar.
Debemos plantearnos que es lo que queremos, debemos luchar por tratar de romper nuestros propios records, tratar de superarnos, debemos alcanzar y superar todas aquellas expectativas que nos planteamos día a día, debemos de dar lo mejor de nosotros, nunca dar un paso atrás, nosotros somos el futuro de esta Iglesia, seremos los líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el apóstol Pablo mencionó:
…” ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.”…
Corramos de tal manera que obtengamos ese gran galardón del cual se nos habla en las escrituras, si, vivamos de tal manera que seamos un digno ejemplo para los demás, y nunca desfallezcamos ante la dura tentación.
3.- Sepamos escoger nuestras amistades.
Las amistades, es el factor más importante en el desarrollo del adolescente, ya que hacen más caso de los consejos de los amigos, que el de los padres, por lo tanto el tener amistades que mantienen un alto nivel de espiritualidad, nos guiarán por un buen camino, a lo largo de los años, se ha visto como aquellos jóvenes que mantienen amistades dignas, que parten a una misión y se sellan en el templo, mantienen un excelente nivel de espiritualidad y de igual manera se sellan en el templo.
Más sin embargo, aquellos que frecuentan un circulo amistoso que vive apartado del evangelio restaurado de Jesucristo, que se casan fuera del templo y no parten a una misión, de igual manera se alejan de la iglesia y de la verdad restaurada, adquiriendo hábitos mundanos, y en muchos de los casos desertando de la iglesia.
Jóvenes, esta tarde los exhorto a que decidamos que es lo que queremos, que es lo que deseamos obtener y que estamos dispuestos a hacer para lograrlo, dejemos el mundo a nuestras espaldas y caminemos directo hacia la verdad, nunca dejemos de luchar por lo que creemos. Nosotros los jóvenes de la Iglesia de Jesucristo, somos diferentes, hemos sido escogidos, nosotros no somos iguales al resto del mundo, nosotros, hemos decidido el estar aquí, hemos decidido pertenecer a esta Iglesia.
Yo sé que nuestro profeta Thomas S. Monson es un hombre un hombre inspirado por Dios, sé que el evangelio restaurado por José Smith es verdadero, y no tengo duda alguna de que esta Iglesia es la única verdadera en toda la faz de la tierra

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